Confinamiento y Salud Mental

Esta situación de alarma sanitaria está siendo una etapa complicada tanto a nivel personal como familiar para muchas personas. El miedo al contagio, la falta de rutinas, la incertidumbre económica o falta de recursos pueden ser, entre otros muchos, factores que han generado un mayor nivel de estrés a nivel familiar.  Hay familias que han podido poner en juego sus recursos y poder sobrellevar adecuadamente este tiempo de confinamiento, incluso fortalecer el sentimiento de pertenencia familiar. Han compartido momentos que hasta ahora, debido a la rutina diaria en muchas ocasiones, no era posible.

En otros casos, sin embargo, se han encontrado conviviendo durante 24 horas, miembros de una misma familia que hasta ahora no habían compartido ni tanto tiempo ni tantos espacios juntos. Este hecho ha propiciado, en ocasiones, serios conflictos familiares pudiendo llegar a episodios de violencia intrafamiliar y filio parental.

Durante este tiempo, muchas familias se han encontrado conviviendo de manera ininterrumpida con un familiar con una enfermedad mental. Se han tenido que cerrar Centros de Día, Talleres Ocupacionales y/o Recursos Residenciales.  En función de la gravedad de la enfermedad mental y de la dinámica familiar previa, están pudiendo sobrellevar la situación.  No en todos los casos está siendo está la realidad. Si todos necesitamos de una cierta rutina y objetivos diarios, para estas personas es fundamental.  Durante este periodo se están viendo obligados a estar más tiempo en casa con sus familiares y a reducir el número de actividades.

“Durante este tiempo, muchas familias se han encontrado conviviendo de manera ininterrumpida con un familiar con una enfermedad mental”

Fuente: Freepik

Los profesionales que trabajamos en el ámbito de la salud mental, a través del seguimiento telefónico diario hemos ido dando pautas con el fin de poder mantener una rutina diaria estando en casa. No siempre se ha conseguido. La sintomatología propia de la enfermedad genera que no siempre puedan cumplir con lo que se les indica generando un incremento de actitudes negativistas y desafiantes, depresión, ansiedad e incluso episodios de agresión filio parental.  Los familiares, han ido experimentando ante esta situación sentimientos de desesperanza, desmotivación, estrés y angustia potenciando el incremento de conflictos.  El desconocimiento sobre la enfermedad mental, añadido a las dinámicas familiares disfuncionales previas tiene un peso importante en la aparición de agresiones.  Está resultando en ocasiones esa adaptación mutua muy complicada. Para muchas personas el único recurso para frenar un episodio violento es salir a la calle y pasear, elemento difícil de llevar a cabo hasta hace relativamente poco tiempo.

“Los familiares, han ido experimentando ante esta situación sentimientos de desesperanza, desmotivación, estrés y angustia potenciando el incremento de conflictos”

 

Ante la ausencia de sesiones familiares  presenciales y, en muchos casos, no disponibilidad de recursos telemáticos (sesiones a través de internet), se han llevado a cabo sesiones individuales con diferentes miembros de la familia con el objetivo de: establecer o restablecer modos más apropiados de comunicación, desfocalizar al PI, dotar de herramientas para evitar o minimizar conflictos, entender la vivencia propia de cada miembro de la familia y la influencia de la misma en la dinámica familiar, indicación de tareas  y/o psicoeducación sobre la enfermedad mental entre otros aspectos.

Estando ya en una fase avanzada de desescalada, retomamos nuevamente las sesiones presenciales en Euskarri. El primer contacto para establecer un primer encuentro está ya muy próximo. Si estas en una situación familiar complicada, te animamos a ponerte en contacto con nosotros.

Cristina Berger

Terapeuta Euskarri