Con el cierre del año es inevitable hacer balance. En cuestión de violencia filio-parental, cuando recurrimos a estadísticas como la Memoria de Fiscalía o el INE, los datos no son todo lo positivos que esperábamos, si bien no debemos olvidar que los casos que reflejan estas estadísticas no reflejan el total de una realidad mucho más compleja. La prensa, en muchas ocasiones, hace uso de estas cifras con un fin un tanto confuso. En Euskarri llevamos más de 10 años recopilando noticias relacionadas con la violencia filio-parental. Los profesionales nos preocupamos al leer ciertos titulares que parecen transmitir que el hecho de que los hijos/as ejerzan violencia hacia sus padres/madres se está convirtiendo en algo “común”. Cuando los padres y madres así lo interpretan, la responsabilidad de afrontar este problema se vaya diluyendo y caen en un “los chavales de hoy en día son así”.
“Los chavales de hoy en día son así”
Así lo oímos en terapia, pero también en múltiples debates televisivos en los que tertulianos y tertulianas lanzan opiniones que calan en los padres y madres que están visualizándolo. La participación de profesionales en estos debates es anecdótica: no suele ir más allá de un par de minutos y cualquier aportación es rebatida posteriormente sin ningún argumento contrastado. A veces nos preguntamos si hay un cierto rechazo asumir que para afrontar el fenómeno de la violencia filio-parental es necesaria la participación de padres, escuela, policía, jueces, etc. Quizá es mucho más cómodo asumir que se trata de una especie de nuevo “virus” que afecta a los/as chavales/as y desresponsabilizar a los/as adultos/as. Ojalá en 2020 podamos contar con los medios de comunicación como una herramienta más de concienciación y de información acerca de cómo prevenir, detectar e intervenir en violencia filio-parental.
«Quizá es mucho más cómodo asumir que [la VFP] se trata de una especie de nuevo “virus” que afecta a los/as chavales/as y desresponsabilizar a los/as adultos/as»
Pero el balance de 2019 también ha sido positivo en muchos aspectos. A lo largo de este año hemos visto cómo la preocupación por este fenómeno ha llegado a muchos municipios que están empezando a desarrollar recursos especializados. Los agentes implicados están recibiendo formación específica, Euskarri mismo ha impartido formación en Valencia, Valladolid, Cantabria, etc. El Consejo General del Poder Judicial llevó a cabo una investigación con la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-Parental. Se han celebrado diversas jornadas en diferentes partes de España, dando cuenta de la importancia de la detección y abordaje de la VFP. Entidades y Universidades están impulsando la formación en esta área, así como publicando tesis y TFM sobre violencia filio-parental, además de invertir en investigación. También se han desarrollado herramientas de evaluación de la VFP. Incluso se han publicado nuevos artículos y libros, como “La violencia filio-parental: análisis, evaluación e intervención” de Esther Calvete y nuestro director Roberto Pereira.
Este año hemos visto florecer semillas plantadas años atrás, cuando los y las profesionales se vieron en la obligación de aunar fuerzas para dar una respuesta teórica y práctica a un fenómeno por aquel entonces desconocido. Pero no podemos confiarnos, el 2020 nos espera con mucho trabajo por hacer.